1. OBJETIVO Y SU EXPLICACIÓN

Promover en la juventud el encuentro personal comunitario con Jesucristo, desde su propia realidad mediante un proceso formativo integral acompañamiento en experiencias evangelizadoras para que sean discípulos misioneros. 

a. Juventud: es una etapa de la vida humana que en la Diócesis de Huehuetenango la definimos desde los 14 años, condicionada por el entorno cultural, jurídico, social, urbano-rural.

b. Encuentro personal y comunitario con Jesucristo: la juventud es la etapa en que la persona se plantea la toma de decisiones fundamentales encaminadas a su realización personal. El Evangelio atestigua la experiencia de encuentro personal con Jesucristo en la vida de los discípulos y que se define a partir de la experiencia de relación interpersonal, diálogo cercano y confiado, mutuo conocimiento y respuesta de fe que queda evidenciada en la radical conversión, que conduce a la salvación (EG 264), suprema realización personal.

c. Desde su propia realidad: Jesucristo pone al descubierto que su principal interés es la persona, sus necesidades y aspiraciones de vida plena y feliz. Por ello es necesario atender los contextos y realidades que viven y frecuentan los jóvenes, particularmente el contexto cultural, para que puedan recibir el Evangelio de la vida.

 

d. Proceso formativo integral: el proceso formativo integral en la pastoral juvenil se inspira en la dinámica del Reino: Jesucristo pone de manifiesto su interés por la integral salvación del humano. Esta experiencia impulsa, a quien ha ido redimido, al compromiso discipular y al testimonio alegre del Evangelio.

e. Experiencias evangelizadoras: en un mundo cambiante, importante confrontar con la realidad, los jóvenes que dejándose reciban y lleven el anuncio del Evangelio desde su experiencia existencial y vivencial de la fe, tal como se realizó desde los orígenes del cristianismo. (Hch. 4,20)

f. Discípulos misioneros: los discípulos del Señor experimentaron cómo su vida se transformó a partir del encuentro personal con Él. Esta experiencia da como fruto la conversión, el fortalecimiento de la comunión con Él y el anuncio del Reino de Dios a través de la misión.

 

El programa pretende que el joven; encontrándose con Jesucristo, lo reconozca como Aquel que da pleno significado y dirección a su vida, de tal manera que lo reconoce, acoge, interioriza y desarrolla los valores cristianos como su mayor interés y lo comunica desde su condición joven en todos los ámbitos de la vida con atención especial a los mismos jóvenes.